Aunque el tiempo anda loco de verdad y, en puertas de recibir el verano, aún vamos con manga larga y el paraguas colgando del brazo, es una realidad que el calor inevitablemente vendrá, vaya si vendrá... Es entonces cuando echo de menos un porche, esa antesala exterior de las casas que cobra vida a la sombra del atardecer, o por la noche... coger un buen libro y sentarse a solas a la fresca, o reunirse en tertulia con una pandilla de amigos y quedarse hablando hasta las tantas, acompañados por la cantinela de los grillos.
En principio, a mí lo que me gusta es el porche tradicional, el de las pelis, la casita aislada en el campo, el techo de madera, vegetación por todos lados, la luz de un candil... y una mecedora, no puede faltar la mecedora, en su defecto un columpio de dos o tres plazas
Si no tenemos porche, no hay problema, improvisemos.
Habilitemos un espacio independiente de la casa, intentemos que esté protegido con arbolado, así seguro que se convierte en uno de los lugares más atractivos de nuestra casa. Lo he visto en EstiloyDeco.
Otra opción: estudiemos bien la parcela para escoger el sitio más fresco, al resguardo del sol de mediodía, y para darle vidilla, instalemos un suelo de entablillado de madera, similar al caso anterior. Obtenemos un comedor de verano fantástico.
Si la orientación o la forma de la parcela nos condiciona y no hay más remedio que escoger el sur -sé que algunos lo preferirán- saquémonos de la manga el porche, instalemos un techado de cañizo que tamice bastante la luz et voilà, ya lo tenemos.
Y si a pesar de todo, no tenemos ni espacio disponible, ni orientación para elegir, ni árboles que den sombra, ni dinerito para un cañizo y una tarima, ni vivimos con un bricomán reciclador que nos dé alguna sorpresa... no nos apuremos, design*sponge tiene la solución: un lienzo multiusos con un estampado atractivo, dos palos de escoba e imaginación al poder y toldo al canto. Y ante todo, no perdamos el glamour, pliiissss.
Ahora tendremos que idear algo para los que nos quedamos en la ciudad, ufff...
me encantan estos sitios donde pasarse horas muertas charlando con los amigos... son maravillosos
ResponderEliminarAhora que ya va haciendo acto de presencia el calor de estas fechas es cuando más se echa de menos un lugar de este tipo, el dolce far niente...
ResponderEliminarGracias, Bego, por pasar.