Me gusta recoger todas aquellas ramitas, esquejes, plantas... que me voy encontrando en mis paseos por el campo o la playa. Lo planto todo. Luego sale o no, pero yo lo intento...
He de decir de antemano que no me aclaro nada con las plantas, nunca sé cuándo hay que abonarlas, cuánto, cómo regarlas, con qué frecuencia...
Si es que las plantas, al igual que los animales o los bebés, deberían hablar!. Todo sería más sencillo. Así que así estoy, poniendo todos los esquejes en agua, vaciando y limpiando macetas, redistribuyéndolas, podando los restos del año anterior... mientras tanto se me acaba la tierra y he de ir a por más...
El espatifilo fue un gran hallazgo, puedo decir sin duda que es mi planta ¡se cuida sola! apenas le hago nada más que quitarle alguna hoja pocha y ahí está el campeón tres años después de que me lo regalasen, he comprado alguno más y me están dando el mismo resultado. Es mi planta.
Estas margaritas son una de mis últimas adquisiciones, pero nunca tengo éxito con ellas, creo que son demasiado delicadas para mis manazas, a ver si las acampo un poquito porque quiero tener algún toque de color en el patio.
Y así luce, de momento, con un potos que ha sobrevivido al invierno, unas cuantas plantas cuyo nombre desconozco, macetas vacías aún por llenar... y un truco: mezclar con plantas artificiales que den el pego, bien camufladas son el resultado perfecto y cuesta diferenciarlas.
No hay comentarios:
Publicar un comentario
Dime, dime...