Cierta vez, hice este regalo, del cual aún no sé cuál era el verdadero regalo, si lo del interior o el envoltorio.
Adorné unas piedras de la playa
Las envolví en papel de estraza e hice unos hatillos con hilo de palomar al que enganché unas etiquetas.
...que adorné con una puntilla, y monté una tarjeta de dedicatoria con una fotocopia de la tapa de la caja y una partitura de Ah! Perfido, de Beethoven.
A veces apetece regalar humo...
hola, q tal?
ResponderEliminarme encanta tu blog! tus trabajos! esas piedras! los maracapáginas!! todo, te felicito!
te invito a visitarme
soy de Chile!
me haré tu seguidora para no perderte!!
c@
Gracias Carolina, he visitado tu blog y creo que me voy a aficionar a él, porque coincidimos en gustos. Espero que tus reformas a causa del terremoto ya no se demoren mucho. Saludos desde España.
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