Vi este dormitorio y me impactó ¿para cuatrillizos? ¿para invitados? ¿para una fiesta del pijama? No le falta detalle, cada cama con su lamparilla para leer, las cortinillas para preservar la intimidad, las cajoneras inferiores, los espejos de sol, todo perfectamente conjuntado y coordinado, gozando de la maravillosa luz del mar que se asoma por el porche.
Se aprovecha la longitud de la pared de la estancia y toda la altura libre para montar cuatro camas que recuerdan mucho la estética y la organización de las cabinas de los trenes-litera, eso sí, con mucho charme, estilo y romanticismo.
Una solución estupenda, además hasta se huele a mar, con esos colores tan acuosos.Más que a un tren, me recuerda a un camarote.
ResponderEliminarFati, ahora si puedo dejarte mi opinión. Me encantan y además es una idea práctica para ahorrar espacio ya que puedes colocar varias literas en la misma habitación. Esos azules y blancos le dan una calidez y una armonia propias de lugares mediterráneos. Si hubiera un hotel así seguro que me alojaría aunque fuera por una noche. Precioso. Besos.
ResponderEliminarSi encontramos ese hotel nos vamos en pandilla, Nieves.
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