Demasiado corazón

En cualquier hogar debería haber algún corazón presente, que nos recordase ese sentimiento de calidez, confort y refugio que debe reinar cada casa para que se convierta un hogar. Recordemos el magnífico slogan del Cortty: "Tengo una casa, quiero un hogar". Algo a modo de anécdota, casi invisible pero perceptible.

Un mantel de papel con blondas rescatado de la pastelería es la idea que nos dan en Design&Decoraçao, enmarcado y discretamente apoyado en una mesa auxiliar. O un DIY tan sencillo como una etiqueta en la ropa que guardamos en la alacena de la ropa blanca, visto en Prunelle Grise.

La idea, propuesta por MadeByGirl, de recoger unas fotos familiares y pegarlas a la pared en forma de corazón es una opción estupenda para pisos de gente joven o, incluso, habitaciones infantiles, mucho mejor que para el estilo decorativo que muestran. Y es que no hay que calentarse mucho la cabeza, vamos al campo el domingo, recogemos unas flores y hacemos una composición casual que nos dura unos días sobre una mesa de centro, Stipje.

Estos trabajos manuales les abrirán los ojos a más de una persona habilidosa: una corona de flores con forma de corazón -Décoration de fête- o un detalle colgante que me lo imagino como tapa de un bloc de notas para la cocina, visto en la cybertienda DécoDurable.

Y si se quiere garantía total y absoluta, nada como recurrir a los franceses, unos campeones en esto de la decoración con charme y romanticismo. Hay una boutique virtual que es para volverse loco y tiene hasta un apartado dedicado a la decoración a base de corazones: RetroDeco, todo un vicio.

Al final me voy a quedar con este detalle perfecto para la habitación de invitados de una casa en el campo. ...Y mucho cuidado, porque corremos el peligro de que se nos queden a vivir más días de la cuenta. Es un adorno fácil de hacer y que con unas plantillas y unos retales que nos sobren, se consigue un complemento muy resultón para el cabecero de la cama. Lo he vuelto a ver en Design&Decoraçao.