El finde estuve en el Parque Regional de las Salinas y Arenales de San Pedro, junto al Mar Menor de Murcia. Nos salieron días tristones pero había que huir de todo el jaleo de las fallas, así que la ocasión la pintaban calva para re-descubrir un paraje como este.
Esta zona es conocida por sus centros de talasoterapia y las propiedades terapéuticas de sus lodos y de un tiempo a esta parte, sus playas están habilitadas para el acceso al "libre embadurnamiento", debe ser divertido...
El paisaje me recordó a la albufera valenciana y sus arrozales, mirad, si no, la primera imagen cercana a la Playa de la Mota, salvo por esos molinos de sal que no pensaba encontrarme por allí.
Las nubes me brindaron la oportunidad de ser espectadora de esta magnífica puesta de sol, me encanta!!
Este camino conducía a la Playa de la Torre Derribada, plagada de posidonias... y de mosquitos.
Algunos flamencos ya han llegado a veranear y estaban comiendo entre los juncos, pero no se han dejado fotografiar.
En definitiva, mucha naturaleza, rica flora, variada fauna y... paz, mucha paz... han sido unos días realmente divertidos en los que lo mejor ha sido, sin duda, la compañía de unas amigas.
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