Instrucciones: se necesita un cojín el cual hemos aborrecido un poquito o creemos que se ha pasado de moda, este es el punto de partida. Hay que ir al mercadillo de Pelayo un martes y localizar al señor que vende los tapetes a 1 euro. Debemos disponer del tiempo suficiente para realizar una buena selección (hay mucha paja, ja, ja...) Elegimos el tapete adecuado para lo que queremos y lo cosemos bien centradito sobre el cojín soso...
Y... tatatacháaan, ya tenemos cojín nuevo
Lo juntamos con el resto y mi cama adquiere una nueva imagen. Al cojín estampado de la derecha le he aplicado un broche-flor rescatado del cajón de los complementos y el cojín con forma de flor lo compré con mi amiga Miremselai el mismo día en que nos conocimos, ella lo tiene igual en color burdeos.
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