En Requena se celebraba la Feria Requenense del Vino, FeReVin, así que no nos lo hemos pensado mucho y hacia allá hemos ido. Nos ha encantado pasear por la villa, donde hemos descubierto este imponente perfil a contraluz de la cúpula de la Capilla de la Comunión de la Iglesia del Salvador.
Las calles engalanadas en las que se rendía emocionado homenaje al vecindario.
Y finalmente, tras disfrutar de las catas, hemos vuelto a casa en tren, para evitar peligros, la operación retorno y contemplar placenteramente el paisaje del trayecto. Una experiencia a tener en cuenta.
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